Cómo los resultados combinados de los test de impacto y de rango de movimiento en la cadera pueden aumentar la precisión del diagnóstico en pacientes con síndrome FAI

Revisión escrita por Dr Joanne Kemp info

Puntos Clave

  1. Los test de impacto, en concreto el test de impacto anterior (AIMT o Anterior Impingement Test) y el test de flexión/aducción/rotación interna (FADIR o Flexion/Adduction/Internal Rotation), pueden utilizarse en combinación con el test de rotación interna en prono, para ayudar a diagnosticar a las personas con dolor de cadera como si tuvieran el síndrome de impacto femoroacetabular (FAIS).
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ANTECEDENTES Y OBJETIVO

El diagnóstico de las causas del dolor de cadera e ingle es difícil. Esto se debe a la compleja anatomía de la región, a la posibilidad de que múltiples estructuras causen dolor y a la probabilidad de la presencia de patologías coexistentes (1). El síndrome de pinzamiento femoroacetabular (FAIS) es una causa común de dolor de cadera en adultos jóvenes y de mediana edad y se asocia con un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis de cadera (OA) (2). El FAIS debe ser diagnosticado por una combinación de factores, la forma del hueso de la cadera (morfología), la presencia de dolor y síntomas, y los signos objetivos como la pérdida de rango de movimiento (3). La precisión de diagnóstico de los test de compresión y amplitud de movimiento en las personas con FAIS es incierta.

Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue (1) evaluar la fiabilidad de una evaluación clínica de la cadera; y (2) evaluar la exactitud del diagnóstico de los test de impacto y de rango de movimiento de la cadera, en la detección de personas con FAIS

El síndrome de pinzamiento femoroacetabular se asocia con un mayor riesgo de desarrollar osteoartritis de cadera.
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Los profesionales sanitarios pueden añadir el test del ROM en rotación interna al test FADIR como parte de su evaluación clínica para ayudar a confirmar el diagnóstico del FAIS.

MÉTODOS

Los investigadores reclutaron a 81 pacientes (edad media 36 años, 49% mujeres) con dolor de cadera que habían asistido a una clínica ortopédica durante un período de 3 años. Para ser incluidos, los pacientes debían tener entre 18 y 55

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