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- Número 72
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El test de NordBord revela una asimetría persistente en la fuerza flexora de la rodilla cuando se evalúa dos y cinco años después de la reconstrucción del ACL con autoinjerto de tendón isquiosural.
Puntos clave
- A los dos y cinco años de la reconstrucción del ACL, los pacientes parecen mostrar un déficit significativo en la fuerza flexora excéntrica de la rodilla.
ANTECEDENTES Y OBJETIVO
Cuando se realiza una reconstrucción del ligamento cruzado anterior (ACL), el injerto se suele extraer del semitendinoso y, a veces, del gracilis de la extremidad ipsilateral. El seguimiento y la comprensión de las implicaciones de este hecho son importantes, ya que los flexores mediales de la rodilla que se extraen para esta técnica de reconstrucción desempeñan un papel importante en la estabilización de la articulación de la rodilla (1).
El objetivo primario de este estudio fue evaluar la recuperación de la fuerza muscular flexora de la rodilla utilizando tanto una medida concéntrica sentada (Biodex) como una medida excéntrica en decúbito prono (Nordbord) a los dos y cinco años de la reconstrucción. El objetivo secundario del estudio fue investigar cualquier relación entre la fuerza de los flexores de la rodilla y las medidas percibidas y objetivas de la función de la rodilla.
Este estudio subraya la importancia de completar una amplia batería de pruebas para comprender cómo responden los pacientes a la rehabilitación.
MÉTODOS
Todos los sujetos de este estudio procedían del "Proyecto ACL", un registro de resultados de rehabilitación cuyo objetivo es realizar un seguimiento de los pacientes en momentos regulares tras la reconstrucción del ACL para revisar una serie de marcadores subjetivos