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- 2020 Números
- Número 24
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Un pobre rendimiento funcional un año después de una reconstrucción del ACL aumenta el riesgo de una progresión temprana de la osteoartritis
Puntos Clave
- Sólo 1 de cada 5 participantes en este estudio logró el corte del índice de simetría de las extremidades del 90% en los cuatro test de rendimiento funcional al año de la reconstrucción del ACL (ACLR).
ANTECEDENTES Y OBJETIVO
La dura realidad para los individuos que sufren una ruptura del ligamento cruzado anterior (ACL) es que su riesgo de desarrollar osteoartritis de rodilla (OA) aumenta sustancialmente (1). Aunque la debilidad del cuádriceps es un factor de riesgo para desarrollar OA, se desconoce la relación entre otras áreas de rendimiento funcional y la aparición temprana de OA (2).
El objetivo principal de este estudio fue determinar si el rendimiento funcional 1 año después de la reconstrucción del ACL (ACLR) se asoció con 1) el riesgo de OA patelofemoral y/o tibiofemoral en la resonancia magnética, y 2) los cambios en los resultados reportados por el paciente entre 1 y 5 años.
La mejora de los déficits funcionales durante la rehabilitación puede beneficiar tanto el retorno a las aspiraciones deportivas como retrasar o prevenir simultáneamente el desarrollo de la osteoartritis.
MÉTODOS
Los individuos que se sometieron a una ACLR mediante un autoinjerto de los isquiosurales fueron evaluados 1 y 5 años después de la cirugía. Los participantes completaron una batería de tests funcionales que incluían un salto de una sola pierna