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- ¿Necesitamos un Enfriamiento Después del Ejercicio?…
¿Necesitamos un Enfriamiento Después del Ejercicio? Una Revisión Narrativa de los Efectos Psicofisiológicos y los Efectos Sobre el Rendimiento, las Lesiones y la Respuesta Adaptativa a Largo Plazo.
ANTECEDENTES Y OBJETIVO
Después de la actividad física, muchos deportistas realizan algunos minutos de caminata, trote, ciclismo o natación de intensidad baja a moderada. Esta actividad posterior al ejercicio se conoce como un enfriamiento activo. La opinión generalizada es que un enfriamiento activo ayuda a la recuperación y mejora el rendimiento posterior en comparación con un enfriamiento pasivo (es decir, sin enfriamiento). El propósito de esta revisión narrativa fue explorar los efectos del enfriamiento activo y pasivo en los marcadores fisiológicos y psicológicos de la recuperación, así como en el rendimiento deportivo.
Si una persona cree que un enfriamiento activo lo ayuda, entonces no puede haber ningún daño al permitirle realizar el que prefiera.
MÉTODOS
Los autores buscaron estudios que compararan los efectos psicofisiológicos del enfriamiento activo y pasivo realizado una hora después del ejercicio. Para mejorar la generalización, solo incluyeron estudios de enfriamiento pasivo que consistían en estar de pie, sentado o acostado (y excluyeron intervenciones pasivas como sauna, masajes, baños de hielo, crioterapia, etc.). Los autores se concentraron en los efectos del enfriamiento en rendimiento al menos cuatro horas después del inicio de la actividad y hasta varios días después. Estos parámetros reflejan situaciones como sesiones de entrenamiento de dos días y competiciones atléticas de varios días.
RESULTADOS
Contrariamente a la creencia popular, en general, un enfriamiento activo no parece facilitar la recuperación, mejorar el rendimiento deportivo o prevenir lesiones en comparación con un enfriamiento pasivo. Curiosamente, un enfriamiento activo puede incluso perjudicar ligeramente el rendimiento en el
