¿Qué podemos aprender del movimiento Telehealth?
Escribo esto en medio de la pandemia del COVID19 que ha conmocionado al mundo y es uno de los mayores desafios para nuestros sistemas de salud en los últimos tiempos (1). Este peculiar momento por el que estamos pasando ha obligado a muchos sectores a innovar rápidamente para mantener el flujo de ingresos, y los profesionales en torno al tratamiento del dolor musculoesquelético es uno de ellos. Durante la pandemia ha habido un vasto ‘reequipamiento’; todos los profesionales sanitarios innecesarios se han visto obligados a adaptarse y evolucionar hacia la telesalud. Esta situación puede ser incómoda para algunos, pero como explico a través de este blog, puede que en última instancia obligue a la innovación en áreas importantes y necesarias que no están relacionadas con un mayor uso de la tecnología. Puede que haya algunos aspectos positivos significativos en todo esto.
Una nueva esperanza
La telesalud fue una vez vista como la gran esperanza en medio de estos tiempos tan cambiantes, pero nunca resultó ser una gran revolución. La telesalud se define como «el uso de técnicas de telecomunicación con el fin de proporcionar telemedicina, educación médica y educación sanitaria a distancia». Este término abarca no sólo todas las innovaciones para la prestación de servicios de salud, sino también lo que se entrega. Aunque la telesalud no es nueva, los sistemas de salud y los responsables políticos se han centrado en ella a medida que el mundo a nuestro alrededor cambiaba. La Estrategia Nacional de eSalud de Australia se completó en 2008, en medio de un cambio de paradigma en la tecnología. Google, Facebook, YouTube y, por supuesto, los teléfonos inteligentes habían irrumpido en escena desde finales del 1990 hasta principios del 2000 y el mundo estaba entusiasmado con el futuro. Los sistemas de salud fueron arrastrados por esta emoción y nació una revolución de la telesalud. Sin embargo, este movimiento simplemente no ha revolucionado la asistencia sanitaria.
Funciona de la misma manera
Los problemas de la lenta asimilación de la telesalud no se deben a una falta de eficacia. Hay amplia evidencia de que la telesalud es efectiva para múltiples condiciones de salud crónicas (2, 3, 4, 5). Para las condiciones musculoesqueléticas, está claro que la telesalud es tan efectiva como el cuidado estándar (6). La telesalud parece mejorar el acceso a la atención sanitaria, especialmente en las zonas rurales y remotas (7). Y aunque todavía hay algunas preocupaciones de los pacientes sobre la confidencialidad en situaciones específicas, estas referencias (8, 9). demuestran que los pacientes disfrutan de la telesalud y se sienten bien bien tratados. Las evaluaciones en línea son tan buenas como las evaluaciones en persona (10). Y la telesalud es ciertamente rentable para los sistemas de salud (11). Aunque algunas almas valientes están cambiando con la evidencia, todavía hay un problema en curso para conseguir que los profesionales de la salud lo hagan en masa (12, 13).
La demanda está ahí
La vida es cada vez más en línea para nuestros pacientes, y es ahí donde la gente va en busca de consejos de salud. Una interesante revisión narrativa – aquí – que examina la prestación de servicios de salud en países de ingresos bajos y medios informó, «la mayoría de los proyectos de medios y redes sociales identificados en esta revisión fueron impulsados por el paciente / usuario, a través de plataformas como Facebook o Twitter, con poca o ninguna participación de profesionales sanitarios tratantes». El contexto de la atención sanitaria está cambiando y no sólo tenemos que aceptarlo, sino que tenemos que movernos con él.
La tensión
Muchos de los problemas de la aplicación de la telesalud parecen ser problemas experimentados por la implementación de los sistemas que lo hacen posible.
- Los sistemas de salud son complejos y las intervenciones de telesalud tienen que penetrar en múltiples niveles de complejidad antes de convertirse en una «atención estándar». No ha habido apoyo del gobierno ni de las aseguradoras de salud privadas para proporcionar códigos de facturación específicos para las consultas de telesalud (14, 15). Sin embargo, esto ha cambiado desde que ha ocurrido la pandemia del COVID19 (16, 17).
- Los profesionales sanitarios tienen que desaprender comportamientos: Aunque muchos estudios informan de que la experiencia de los fisioterapeutas en materia de telesalud es positiva, una de las razones más citadas para la falta de adopción de la telesalud es el desafío tecnológico del personal (18, 19).
Los profesionales también tienen que aprender nuevas formas de ganarse la vida, lo que puede significar un cambio total de en los modelos de negocio establecidos; un giro en la práctica clínica que no es nuevo pero que parece ser necesario (20).
Aprendiendo del sector tecnológico
No podemos copiar lo que hace el sector tecnológico, pero podemos aprender de ellos. Los gigantes de la tecnología como Google y Facebook saben un poco de innovación y no han adquirido ese conocimiento copiando lo que todos los demás hacen. También preguntan a sus clientes sobre lo que quieren, mucho. Seguir siendo conservador en el cuidado de la salud es importante para evitar perderse con todas y cada una de las tendencias pasajeras. ¿Ha tratado la sanidad de mantenerse al día con el sector tecnológico, en lugar de aprender de él?
Los diamantes se hacen bajo presión
Los profesionales sanitarios se están viendo obligados a adpotar la telesalud durante esta pandemia, pero hay otras innovaciones diferentes que se harán durante este difícil periodo. Y como en el sector de la tecnología, podemos empezar por mejorar lo que hacemos mejor e innovar en las áreas importantes. Aquí hay tres consejos clave para una verdadera innovación en la atención sanitaria:
- Escuchar las necesidades de nuestros clientes (pacientes): En la asistencia sanitaria, tenemos una aversión fundamental a una simple filosofía que hace que otros sectores sean buenos en lo que hacen: preguntar y responder. Con la telesalud, no necesitamos reinventar la rueda, simplemente necesitamos preguntar qué tan grande, qué tan ancha es y dónde quieren nuestros pacientes que vaya la rueda.
- Centrarnos en las barreras que nuestros pacientes nos mencionan: Muchas de las barreras que citan nuestros pacientes hacen referencia a la actitud frente a la telesalud. Esta sin duda no es una questión que se centre en la tecnología ni tampoco necesitan clínicas para resolverla. Simplemente nuestros pacientes nos necesitan a nosotros. Si empezamos ha pensar de esta manera, estamos resolviendo problemas para nuestros pacientes, y eso es en última instancia el mayor desafío para como terapeútas en la telesalud.
- Responde y aprende: El sector de la tecnología ha cambiado el mundo no porque sean mejores en la innovación, sino porque son mejores en la respuesta y el aprendizaje. El sistema de salud es reactivo y la proactividad puede ser necesaria ahora más que nunca. Si mejoramos en la respuesta proactiva a las necesidades de nuestros pacientes, puede que ellos mismos se vuelvan proactivos.
«Los hombres valientes se alegran en la adversidad». Séneca
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