El mareo cervicogénico (a veces denominado vértigo cervical) es una afección en la que una disfunción de la columna cervical provoca síntomas como dolor de cuello, mareo, náuseas e incluso visión borrosa. En este blog trataremos la evaluación del vértigo cervicogénico propioceptivo, en el que una entrada aferente cervical anormal provoca dichos síntomas. Tenga en cuenta que otras patologías como la insuficiencia vertebrobasilar o la disfunción del sistema vestibular pueden causar síntomas similares, por lo que parte de su evaluación debe incluir la detección de estas patologías.
Si desea ver cómo evalúa el mareo cervicogénico una experta de prestigio mundial, no deje de consultar la clase práctica de Julia Treleaven, en la que he basado este blog. Con las Clases Prácticas puedes ver exactamente cómo los mejores expertos evalúan y tratan condiciones específicas – para que puedas convertirte en un mejor clínico, más rápido. Más información AQUÍ.
Subjetivo
Una entrevista correcta con el paciente es el primer paso para diferenciar la causa de los síntomas. Las principales preguntas que hay que hacer se refieren a la descripción de los síntomas, los patrones temporales y los desencadenantes.
Descripción de los síntomas
Normalmente, la disfunción propioceptiva provoca inestabilidad y aturdimiento, pero no síntomas como “la habitación da vueltas”, que probablemente indican disfunción vestibular. Otros síntomas relacionados con la propiocepción pueden ser náuseas, sensibilidad a la luz y visión borrosa. En cambio, síntomas como los vómitos, la sensibilidad al ruido y la visión doble probablemente tengan otras causas.
Patrón temporal
Generalmente, la disfunción propioceptiva provoca síntomas que duran minutos y que crecen y decrecen, no son constantes ni muy breves (es decir, segundos).
Disparadores
Por lo general, los desencadenantes de los mareos se correlacionan con el dolor de cuello concurrente que experimentan los pacientes (por ejemplo, una determinada postura provoca tanto mareos como dolor de cuello). Por el contrario, los síntomas que se desencadenan al estornudar, toser o darse la vuelta están probablemente relacionados con causas no propioceptivas.
Basándonos en lo subjetivo, podemos orientar mejor nuestra evaluación y determinar la necesidad de una evaluación adicional por parte de otro profesional médico.
Para ver el recorrido completo de una evaluación subjetiva experta, vea el vídeo de la Clase Práctica de Julia aquí.
Objetivo
En la sección objetiva, examinamos la función del hombro, el equilibrio, la coordinación, la amplitud de movimiento, la movilidad articular y el control motor de la columna cervical.
Función del hombro
Con respecto al hombro, comprobamos si hay asimetrías y patrones de movimiento aberrantes de las escápulas. Pueden observarse asimetrías posturales, como un aumento de la rotación anterior, en el lado de los síntomas. A continuación, para movimientos como la flexión del hombro, examinamos la calidad del movimiento escapular y la reproducción de los síntomas. Por último, cargamos el hombro evaluando tanto el control motor como la reproducción de los síntomas.
Puedes ver cómo Julia evalúa el control motor escapular en un caso de dolor cervical unilateral en este vídeo de su Clase Práctica.
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Equilibrio
La evaluación del equilibrio nos ayuda tanto a seguir los progresos como a diferenciar entre disfunción vestibular y propioceptiva. En primer lugar, el paciente asumirá una base de sustentación estrecha con los ojos cerrados. Con la disfunción propioceptiva, los pacientes pueden tener un aumento del balanceo anteroposterior, mientras que con la disfunción vestibular pueden tener un aumento del balanceo lateral. A continuación, desafiamos al paciente a mantener una postura en tándem con los ojos cerrados.
Para el equilibrio dinámico, primero observamos la marcha con rotaciones de cabeza y movimientos de cabeza, comprobando la reproducción de los síntomas y su capacidad para caminar en línea recta. Para desafiar al sistema vestibular, el paciente repetirá la marcha, pero realizará esos movimientos de cabeza rápidamente.
Coordinación de la cabeza, los ojos y el cuello
Al evaluar la coordinación de cabeza, cuello y ojos, nos fijamos en la reproducción de los síntomas, la amplitud de movimiento y la capacidad para realizar cada tarea.
Coordinación tronco – cabeza
La prueba de coordinación tronco-cabeza examina la capacidad del paciente para mover la cabeza y el tronco de forma independiente. El paciente mantiene la mirada y la cabeza hacia delante mientras gira lentamente el tronco de un lado a otro. Esta prueba modifica la entrada aferente cervical sin perturbar el sistema vestibular.
En este vídeo de la Clase Práctica, Julia muestra cómo realizar esta prueba:
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Coordinación ojo-cabeza
La prueba de coordinación ojo-cabeza examina la capacidad del paciente para mover los ojos y la cabeza de forma independiente. Sujetando un marcador a un lado del paciente, éste mirará lateralmente sólo con los ojos (sin mover la cabeza) y, manteniendo la mirada fija en el marcador, girará la cabeza hacia él. Esto se repite en el lado contralateral y para la flexión y la extensión.
Estabilidad de la mirada
La prueba de estabilidad de la mirada evalúa la capacidad de mantener los ojos en un objeto fijo mientras la cabeza se mueve de forma independiente. En primer lugar, sostenemos un marcador delante del paciente. A continuación, mientras mantiene los ojos fijos en el marcador, el paciente gira la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda. El paciente debe ser capaz de lograr 45 grados de rotación en cada dirección.
En este vídeo de la Clase Práctica, puede ver a Julia haciendo una demostración de esta prueba.
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Torsión de cuello de persecución suave
Realizamos la prueba de torsión del cuello de seguimiento suave en dos pasos para ayudarnos a diferenciar entre las causas cervicales y vestibulares de los síntomas. En primer lugar, manteniendo la cabeza neutra, movemos un marcador a derecha e izquierda a 20 grados en cada dirección, mientras el paciente sigue el marcador sólo con los ojos (sin girar la cabeza). A continuación, realizamos la misma prueba, pero con el tronco del paciente girado en un ángulo de 45 grados. Al girar el tronco en un ángulo se rota la columna cervical, cambiando así la entrada aferente.
Esta prueba en dos pasos puede verse en el siguiente vídeo de la Clase Práctica de Julia.
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Torsión sostenida
La prueba de torsión sostenida es otra prueba de dos partes que nos ayuda a diferenciar entre disfunción cervical y vestibular. En primer lugar, el terapeuta mantiene inmóvil la cabeza del paciente y, con los ojos cerrados, el paciente gira el tronco hacia un lado. Se mantiene así durante 30 segundos. El siguiente paso consiste en girar el tronco y la cabeza a la vez con los ojos cerrados y mantener esa posición durante 30 segundos.
Diferenciación cabeza-cuello
La prueba de diferenciación cabeza-cuello nos ayuda a diferenciar aún más entre la disfunción cervical y la vestibular. En esta prueba, el terapeuta mantiene inmóvil la cabeza del paciente y, con los ojos cerrados, el paciente gira el tronco de un lado a otro. A continuación, con los ojos cerrados, el terapeuta gira la cabeza y el tronco juntos de un lado a otro.
En este vídeo de su Clase Práctica, Julia muestra cómo acoplar la prueba de torsión sostenida con la prueba de diferenciación cabeza-cuello.
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Sentido del error de posición de la articulación cervical
A continuación, examinamos la propiocepción cervical mediante la prueba del sentido del error de posición de la articulación cervical. En este examen, el paciente tiene un puntero láser atado a la cabeza y centra el láser en un objetivo. A continuación, con los ojos cerrados, gira la cabeza hacia un lado e intenta volver a la posición inicial. La prueba se repite para la flexión y la extensión.
Sentido del movimiento cervical
Por último, examinamos el sentido del movimiento cervical, en el que el paciente utiliza un puntero láser atado a la cabeza para seguir una forma parecida a una “X” dibujada en la pared. Lo ideal es tener menos de 10 desviaciones de la línea y realizar la prueba en menos de 25 segundos.
Amplitud de movimiento
Cuando examinamos la amplitud de movimiento cervical, nos fijamos tanto en la cantidad como en la calidad. Por ejemplo, en pacientes con debilidad de los flexores cervicales profundos, pueden sobrecargar los músculos esternocleidomastoideos para pasar de la extensión a la flexión. También queremos comprobar cómo afecta la posición escapular al movimiento del cuello. Por ejemplo, podemos comprobar si la rotación manual hacia arriba de la escápula mejora la amplitud de movimiento del cuello.
Movilidad articular
La siguiente consideración es la evaluación de la movilidad articular de la columna cervical, la columna torácica y las costillas. Aquí nos fijamos en la rigidez articular, los espasmos musculares/guardias y la reproducción de los síntomas.
Control del motor
La parte final de nuestra evaluación examina el control motor de los flexores y extensores cervicales.
Control del motor flexor
En primer lugar, hacemos que el paciente realice la flexión craneocervical en decúbito supino. A continuación, comprobamos la mecanosensibilidad neural haciéndole realizar la flexión craneocervical con el hombro en abducción y luego con la cadera flexionada.
El siguiente paso es utilizar la biorretroalimentación colocando un manguito de presión arterial bombeado a 20 mmHg bajo el cuello del paciente. A continuación, el paciente realiza una flexión craneocervical, intentando alcanzar los 22 mmHg. Continúa realizando la flexión craneocervical secuencialmente, para alcanzar 24, 26, 28 y, finalmente, 30 mmHg. Comprobamos la capacidad de realizar cada paso y si compensan mediante la activación de los músculos superficiales del cuello.
Control del motor extensor
En cuadrupedia o en decúbito prono sobre los codos podemos evaluar el control motor extensor cervical, como muestra Julia en este vídeo de su Clase Práctica.
Haz clic en ajustes > subtítulos > Español para ver con subtítulos en español.
Conclusión
El mareo cervicogénico es una patología compleja con múltiples causas, entre ellas el sistema propioceptivo cervical. Tras lo subjetivo, evaluamos:
- Función del hombro
- Equilibrio estático y dinámico
- Coordinación de la cabeza, los ojos y el cuello
- Amplitud de movimiento de la columna cervical
- Movilidad articular de la columna cervical, torácica y de las costillas
- Control del motor
Utilizando el marco aquí descrito, puede evaluar la contribución del sistema propioceptivo, identificar las deficiencias que deben tratarse y determinar la necesidad de derivación.
Si desea ver exactamente cómo Julia y otros expertos evalúan y tratan afecciones comunes, no deje de consultar las Clases Prácticas AQUÍ.
👩⚕️¿Quieres una forma más fácil de desarrollar tus habilidades de evaluación y tratamiento?
🙌 ¡Nuestras sesiones prácticas en video son la solución perfecta!
🎥 Te permiten ver exactamente cómo los mejores expertos evalúan y tratan condiciones específicas.
💪 Así puedes convertirte en un mejor clínico, más rápido.
No olvides compartir este apasionante blog
Entradas relacionadas
Ver todosRecibe actualizaciones cuando publiquemos nuevos blogs
¡Suscríbete a nuestro newsleter ahora!
Déjanos un comentario
Si tienes una pregunta, sugerencia o enlace de alguna investigación relacionada, ¡compártelo a continuación!